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Detalle agujero en roca volcánica y mar al fondo

Islas Griegas: Creta

Islas Griegas: Creta

Creta es la isla más grande de Grecia, y no tiene nada que ver con Mykonos u otras islas similares. Y esto no lo digo porque sea peor, sino porque simplemente, es diferente. Su arquitectura, su arqueología, su historia, es bien distinta

Fue la segunda parada tras Atenas que hice con mi familia en mi tercer viaje a Grecia y que continuaría hasta Rodas y Symi. Por tanto, aterrizamos en la capital griega y tras cuatro días allí pasando un poco de calor, llegamos a Creta en un vuelo interno. En cualquier caso, desde España tendrás que hacer escala en Atenas ya que no hay vuelos directos.

Alquilamos un coche para movernos con más facilidad por la isla ya que aunque es pequeña y las distancias no son largas, es muy montañosa y se tarda en ir de un punto a otro. Por ejemplo, de Chania a la preciosa playa de Elafonisi hay 70 km. que tardamos hora y media en recorrer, con el autobús son algo más de 2 h. La gran ventaja del coche es la libertad que te da para elegir horario de salida y parar donde te apetezca.

¿Qué hacer en Creta?

Chania

Nuestro avión llegaba a Heraklion a media tarde, así que decidimos alojarnos en La Canea o Chania (se pronuncia Jañá) y ver la capital al final del recorrido. 

Nos quedamos en el Oasis GuestHouse ubicado a las afueras de la ciudad. Es una especie de finca andaluza llena de flores, con piscina y unos desayunos buenísimos y naturales. Lo recomendamos mucho.

Área de desayunos del Oasis GuestHouse con flores, un pozo y vasijas

Chania es una de las ciudades más grandes de Creta y su gran atractivo es el puerto veneciano. Está rodeado de edificios cuyos soportales son en su mayoría terrazas de restaurantes a cual más apetecible. Por la noche, encienden las luces creando un cordón de luz que marca donde empieza el mar. 

Su faro solitario, es de los más antiguos del mundo y también lo iluminan de noche, dándole una presencia enigmática. 

Faro veneciano de Chania iluminado

Las calles estrechas cercanas al puerto, te sorprenderán con sus tiendas de artesanía donde el material más utilizado es la roca de volcán. Y si prefieres algo más auténtico, acércate al Old Chania Market.

Stavros Beach

Si quieres ir a la playa cerca de Chania, Stavros Beach es una buena opción. Nosotros fuimos porque nos enteramos de que era la playa en la que Anthony Quinn había grabado la famosa escena de la película “Zorba el griego”, que popularizó la que probablemente sea la única canción griega que conozcamos, al menos en España, Sirtaki Dance.

Mis padres junto a un cartel con una imagen de Anthony Quinn durante la película de Zorba en griego y la playa detrás

La playa se encuentra al pie de una montaña, tiene aguas claras y cuenta con algún restaurante, cafetería y hamacas. Además, tiene un pequeño puerto, con barcos pesqueros que le dan una imagen muy auténtica. Nos pareció muy familiar y tranquila. 

Playa Elafonisi, quizá la mejor playa de Creta

Aunque es famosa por su arena rosa y sus aguas transparentes, esta playa del suroeste de Creta, a mi me encantó por su ubicación. Perdida y salvaje, sin casi comodidades y oculta entre un pinar de dunas donde podrás aparcar. Además no cubre mucho y no hay olas. La verdad, es que me recordó playas paradisíacas como la de Ancón en Cuba.

Yo sentada en una roca con los pies en el mar de la playa de Elafonisi

Allí pudimos comprar unos bocadillos envasados y algo de beber en unos pequeños puestos. También tenían mi café favorito para refrescarse en las islas griegas, el freddo cappuccino glicó

Decirte que esta playa se está haciendo muy popular y en temporada alta suele estar hasta arriba, sin embargo, a principios de septiembre, nosotros la encontramos bastante vacía.

De camino, puedes parar en Topolia Gorge para hacer unas fotos de las vistas de esta impresionante grieta natural.

Lago Kournas

Aunque finalmente, no es muy impresionante, la verdad es que lo pasamos muy bien en la visita. 

Para llegar, bajamos por una calle con unas tiendas de artesanía geniales donde vendían lámparas, cuencos, farolillos… No me llevé algo porque en Atenas encontré una alfombra que en España era carísima, tirada de precio y claro, ya iba a hacer malabares con la maleta.

Con mi hermano Hector y la tienda de artesanía a la espalda

Casi llegando al lago, hay varias tabernas con mirador desde las que ver una panorámica completa del paisaje y por supuesto, paramos a tomar un cafetito. 

Creta: Panorámica del lago con las montañas al pie de la orilla

Ya en el lago puedes ver los patos que se acercan a la orilla, dar un paseo en canoa o incluso bañarte. 

Playa Episcopi

Cerca del lago, a 10 minutos en coche, se encuentra la playa Episcopi. Una playa menos conocida donde pasar parte del día. Tienen hamacas, sombrillas y hay varios restaurantes muy auténticos y sencillos donde se come de maravilla o te preparan unos buenos cócteles. Allí probamos un queso feta buenísimo.

Yo con un plato de queso feta en una terraza de madera azul con la playa de fondo

Retino

Esta ciudad algo más pequeña que Chania y Heraklion nos gustó mucho. Las pequeñas calles venecianas del centro histórico cuyas casas tienen las fachadas llenas de flores y las puertas de madera, te invitan a perderte por ellas. 

Creta: calle de Retino llena de bugambillas rosas

Sigue con una visita a la Fortaleza construida durante la ocupación veneciana para defender Creta de los otomanos. Y continúa hasta el colorido puerto donde encontrarás el segundo faro más grande de la isla tras el de Chania. 

Sorprendentemente, nos costó encontrar la receta típica de Creta: caracoles. Puedes probarlos en alguno de los muchos restaurantes de la calle Eleftheríou Venizélou. 

Creta: Caracoles cretenses en una olla

Como curiosidad, acércate al Parque Municipal, en una esquina se encuentra la cafetería Bankery y allí podrás hacerte una foto con este conejo tan genial que parece sacado de Alicia en el país de las maravillas. 

escultura de colores de un Conejo vestido sentado en un banco en Retino

Heraklion, la capital de Creta

La capital de Creta es sin duda la más bonita. Puedes empezar tu visita por la Catedral Ortodoxa de Agios Minas, una de las más grandes del país cuyos techos pintados conservan el colorido del arte bizantino típico de estas iglesias. 

Interior de la catedral ortodoxa Agios MInas. Se ve el techo pintado así como paredes y balaustrada. Columnas blancas con decoración

Continúa hacia la Plaza Kornarou para ver la fuente veneciana Bembo, la más antigua de la ciudad, y seguir hasta la Morosini Lions Fountain, también veneciana aunque de un siglo posterior y muy famosa por, como no, sus leones.

Desde aquí, baja por la animada calle 25 Augoustou. Está llena de tiendas de todo tipo y al ser peatonal el paseo es muy ameno. Desemboca en la Fortaleza Roca al Mar y el Puerto Veneciano

Vista de la fortaleza de Heraklion desde el puerto

Llegamos un poco mojados porque las olas golpean las rocas del estrecho camino pero con el calor que hacía hasta lo buscábamos. Desde allí hay unas vistas preciosas del mar y del puerto. Hoy en día, después de defender Heraklion durante siglos e incluso ser una cárcel, es escenario para conciertos y exposiciones temporales de arte. 

El puerto es de los más bonitos de la isla con el Neoria Vechi o los antiguos arsenales y la multitud de barcos pesqueros de colores. Desde allí hay unas vistas geniales del faro al que también puedes llegar siguiendo el camino de la Fortaleza.

Linea de barcos pesqueros de colores con los arsenales (grandes arcos de piedra) al fondo

Si tienes tiempo, a apenas 15 minutos de Heraklion, puedes hacer una excursión al Palacio de Cnosos, uno de los más importantes de Creta donde vivieron los reyes.

Para comer, elegimos el Restaurante Paralia. Tenía vistas al mar y una carta muy apetecible. Nos trataron de maravilla y nos encantaron todos los platos. Además, ¡también tenían los caracoles!

De todo el viaje completo, Atenas – Creta – Rodas – Symi, quizá Creta es el destino que menos llamativo o bonito nos resultó, sin embargo, es el mejor para disfrutar de la playa y comer de maravilla.

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