Modo remote: Lanzarote

Modo remote: Lanzarote

Nuestra primera mudanza para probar qué tal se nos daba esto de trabajar en remoto desde un sitio que no fuera nuestra casa, fue a Lanzarote. Allí estuvimos unos dos meses entre febrero y abril, y contamos con 18 días libres en total entre findes, puentes y Semana Santa.

Nos alojamos en un apartamento particular dentro del complejo Sands Beach Resort en Costa Teguise, por poco más de 600€ mensuales. Teníamos playa privada en la puerta de casa, el paseo marítimo al lado, actividades deportivas, restaurante y piscina. No muy lejos, andando, contábamos con supermercados, restaurantes y cafeterías. 

Preparativos

Para este viaje tuvimos que ahorrar ya que seguiríamos pagando nuestra casa en Madrid. Puede que ahorres en los gastos de agua, luz o gas y la compra la hagas igualmente, pero pagar dos alquileres, durante dos meses, requiere un ahorro. 

Como los dos trabajamos en remoto desde hace tiempo, ya contamos con portátil y equipo de trabajo, sin embargo, al hacer este primer viaje en avión, también hicimos una pequeña inversión en dos monitores auxiliares portátiles. 

Por otro lado, decidimos dejar a nuestras mascotas, dos gatos, al cuidado de mi gran amiga y colaboradora de Atipic, Sonia. 

Finalmente, visitamos a nuestras familias e hicimos unas cañas de despedida con los amigos. Aunque parezca una bobada, esto es importante. En dos meses te da tiempo a echar de menos a todo el mundo.

¿Por qué Lanzarote?

En aquel momento nos guiamos por el bajo coste de la vivienda, una tasa baja de Covid, temperaturas más suaves que las del invierno madrileño y estar en España por la situación de pandemia. Lanzarote cumplía con todas las premisas. Y fue un acierto.

Ventajas

• Sacar el máximo partido al viaje

En temporada baja, como en todas partes, bajan los precios y desaparece la masificación. Y esto es algo que podemos aprovechar los teletrabajadores, sobre todo en destinos muy turísticos. 

Los primeros meses del año son ideales para visitar Lanzarote. Pudimos escuchar los pájaros de los Jameos del agua o visitar el acuario de Costa Teguise prácticamente solos. Sin la muchedumbre típica del verano en playas, restaurantes, mercados, lugares de interés, etc. se está muy tranquilo y se disfrutan más las experiencias.

Si además haces caso del gran consejo de muchos de nuestros referentes viajeros “viaja lento”, es decir, disfruta de la experiencia y profundiza, el viaje será más inmersivo.

Nosotros disfrutamos de una mañana dando clase de rosetas y de cocina canaria en la Casa-Museo del Campesino, algo que probablemente, por falta de tiempo, no habríamos hecho en un viaje vacacional.

También creas un vínculo con las personas ya que te da tiempo a “conocer” a algunas, si quieres. Haciendo alguna actividad, podrás socializar, salir de la rutina y porque no, hacer amigos. Nosotros nos apuntamos a clases de deporte y fue un placer conocer a nuestros compañeros. Nacidos en Canarias, nos aconsejaron sobre lugares que ver en Lanzarote o qué comer, nos enseñaron palabras suyas como cholas (chanclas) o tenique (piedra grande) y nos invitaron a rutas en bici.

• Temperatura

Somos unos frioleros y perseguimos el calor. En Lanzarote, la mayor parte de los días eran soleados y llegamos a 24º de máxima. Pudimos tomar el sol algún día e ir a la playa, pero también pasear al salir de trabajar o tomar algo en una terraza. Eso sí, hace mucho aire, generalmente fresco y las temperaturas bajan hasta los 13º por la noche. Te recomendamos llevar un gorro o una cinta para los oídos.

• Gastronomía

Sencillamente, se come de lujo. Las croquetas están exquisitas allá donde vayas, las zamburiñas, el mojo picón verde y rojo, las carnes… Probamos el potaje de millo y el gofio. Todo está buenísimo. 

Conoce la gastronomía de Lanzarote con nuestra selección de los mejores restaurantes de la isla.

• Deporte

En una isla donde se celebra una competición que se llama Ironman, lo fácil es que tu vecino sea un deportista de élite que va a nadar al mar abierto a las 6 de la mañana y vuelve a las 4 en bici. Si eso no te motiva para darte al menos un paseíto y levantarte de la silla, no sé qué puede hacerlo. 

Nosotros compramos unas bicis de segunda mano nada más llegar que luego vendimos al final del viaje, recuperando la inversión, y nos apuntamos a Yoga y Fitness por las tardes. Además, los fines de semana visitábamos la isla y hacíamos rutas. Nos habría gustado nadar pero el agua estaba muy fría para nosotros. Conseguimos ser constantes y ponernos un poco en forma.

Qué debes tener en cuenta 

• Si tienes mascotas, viajar en avión puede ser un problema. En el caso de los gatos, solo desplazarte puede serlo, por lo que recomendamos llevarlos para temporadas largas. Vimos muchos gatos callejeros en Lanzarote así que será mejor que los puedas dejar dentro de casa. Los perros se adaptan mejor y será más fácil que viajen contigo. La isla además, es perfecta para ellos. Unos vecinos se llevaron un lagarto, nos lo encontramos un día en la entrada tomando el sol, así que todo bichín parece bienvenido. 
• No tendrás coche y no todas las zonas están bien comunicadas por transporte público. Aunque aconsejamos alquilar un coche, al no hacerlo por semanas o muchos días consecutivos, saldrá más caro. Aprovecha todos los días libres que tengas para que te salga más económico.

• Si te gusta la bici, anímate y compra una de segunda mano. Luego, la puedes volver a vender. A nosotros nos pareció muy fácil y las usamos muchísimo. Las compramos a través de Wallapop en la primera semana. Antes de mancharnos, vendimos una también a través de esta app y la otra, nos la compró una compañera de fitness. ¡Ah! Y si te vas de excursión a La Graciosa, puedes llevarla en el barco gratis.
• Los supermercados cuentan con precios más elevados que en la península y hay bastante diferencia entre unos y otros. 
• En Arrecife, la capital, encontrarás muchos más servicios, transporte y oferta de casas, sin embargo, es feucha y hay más bullicio. 
• Hay entradas combinadas para visitar 3, 4 o 6 lugares de interés que puedes canjear en dos semanas y con las que ahorrarás un poco. 
• No todos los días hay que hacer algo. No sientas la obligación de “quemar cada segundo”, tienes derecho a quedarte en casa y cocinar, leer, ver una serie o lo que a ti te guste. Se puede tener una semana estresante y querer descansar en finde, no pasa nada. En dos meses da tiempo a ver todo con calma y a disfrutar de sábados y domingos caseros. 

Lanzarote fue un destino que nos marcó y del que nos dio mucha pena marchar. Nos enseñó mucho y nos animó a repetir la experiencia. Dos meses después, con gatos incluidos, nos íbamos a la Sierra de Grazalema tres meses.

Si te ha gustado el post y te pica el gusanillo, cuéntanos dónde te gustaría ir y probar el modo remote o si ya lo haces, ¿qué tal fue la primera vez? Te leemos en los comentarios.