Semana Santa en Valladolid

La provincia de Valladolid no es de las que aparecen en las primeras posiciones de los ranking de popularidad sobre lugares más visitados en España. Yo siempre he pensado que es porque no tenemos playa, la de las Moreras junto al río suelen decirme que no cuenta. Por mencionar algunas cualidades, ésta es una tierra rica en vinos con denominación de origen tanto tintos (Ribera del Duero), como rosados o claretes (Cigales) y blancos (Rueda); con una gastronomía que va desde el lechazo asado al horno de leña de Campaspero a las pastas típicas de Portillo, cuya capital alberga la Seminci o Semana Internacional de Cine que ya va por su 62 edición y cuyos castillos, algunos tan impresionantes como el de Fuelsaldaña o el de Simancas, son algo común en su arquitectura. ¿Es por la playa o no es por la playa?

Para disfrutar de éstas y muchas más virtudes de la zona, te recomiendo visitar Valladolid en una época muy especial, la Semana Santa. Este evento refleja el carácter frío generalizado de los que nacimos aquí. Lejos de nuestras tradiciones quedan el ambiente festivo, los colores o el alboroto, más característicos de las celebraciones de nuestros vecinos del sur. Aquí la devoción, la pasión, el silencio y la sobriedad reinan en el ambiente. Cuando era joven, fui a ver una procesión a la capital y recuerdo levantar la voz más alto de lo que debía, inmediatamente me chistaron, me miraron regular y me riñeron diferentes personas. Se considera una falta de respeto “gritar” durante una procesión y os aseguro que pasé mucha vergüenza y aprendí la lección. Tened en cuenta que como en todas partes, Valladolid se llena de gente pero aquí hay un silencio sepulcral que invade los espacios por los que pasarán las procesiones.

La Semana Santa es considerada de Interés Turístico Internacional tanto en la capital, como en Medina del Campo y Medina de Rioseco, pueblos a 50 y 40 kilómetros de la capital respectivamente. Medina del Campo posee las tallas más antiguas mientras que Medina de Rioseco la celebra ininterrumpidamente desde el s. XVI y sus asistentes rompen ese silencio del que os hablaba. En Peñafiel, a unos 55 kilómetros, se escenifica La bajada del Ángel el Domingo de Resurrección, evento declarado de Interés Turístico Nacional. En él un niño (ahora también permiten niñas) vestido de ángel, baja mediante un sistema de poleas hasta la Virgen. Antes de llegar a ella suelta unas palomas, símbolo de la paz y el Espíritu Santo para después quitarle el manto negro de la cabeza y anunciar la resurrección de Jesucristo mediante un pataleo de júbilo.

Centrándome en la capital, una semana antes de las vacaciones se celebra el pregón, que suele realizarse en la Catedral. Sin embargo, el auténtico despliegue tiene lugar a partir del viernes de Dolores. Desde este día hasta el domingo de Resurrección, y si el tiempo lo permite, se suceden las numerosas procesiones. Los pasos y concretamente sus tallas de madera, se encuentran entre las de mayor valor artístico del mundo. Obras pertenecientes a la escuela escultórica castellana y que llevan la firma de artistas como Juan de Juni o Gregorio Fernández.

¿Qué no debes perderte?

Domingo de Ramos:

Disfruta de la Procesión de las Palmas, más conocida en la ciudad como la Procesión de la ‘Borriquilla’. ‘La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén’ es de los pasos más antiguos (1542) y es muy simpático porque representa a Jesús jovial subido en una borriquilla. Además, todo el mundo, incluidas las secciones infantiles que también acompañan al paso, lleva las tradicionales palmas creando un ambiente muy curioso. Sale desde la Catedral (no confundir con la Iglesia de la Antigua) a las 11.45 h.

Apertura de iglesias:

En Valladolid es tradición visitar siete iglesias el Jueves Santo emulando el recorrido de Jesús tras ser apresado mientras oraba en el huerto de Getsemaní. Por este motivo las iglesias abren durante casi toda la jornada. Puedes aprovechar para visitarlas.