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Mercado en Marrakech

Qué hacer 3 días en Marrakech

Koutobia de Marrakech

Qué hacer 3 días en Marrakech

Marrakech no es la capital de Marruecos, pero bien podría serlo por ser una de las ciudades imperiales más conocidas e importantes de nuestro país vecino. Posee el zoco más grande de todo el país y su plaza principal, Jemaa el-Fna, es la más concurrida de África, sobretodo por la noche. Pero a ello llegaremos un poco más adelante.

Nuestro paso por Marrakech fue intermitente. Álvaro y yo aterrizamos allí, pasamos la primera noche y desayunamos en la plaza, pero nos fuimos pronto. La idea era volver al final del road trip completo que hicimos por el sur, donde recorrimos la kasbah de Ait Ben Haddou, Ouarzazate, el desierto y Essaouira. Hicimos una noche más en Marrakech y volvimos a irnos a pasar el día fuera. Esta vez, la excursión fue a las cascadas de Ouzoud, las más altas del país. Al volver, dejamos el coche definitivamente y solo nos quedaba conocer Marrakech durante tres últimos días a unos treinta y muchos grados. Nos lo tomamos con calma.

Piscina riad anahita

Creo que tres días son suficientes para hacerte una idea de la ciudad de contrastes que tienes delante. Te recomiendo un alojamiento cerca de la Plaza Jemaa el-Fna, no solo porque es el centro neurálgico de todo, también porque desde allí, muy probablemente, saldrán tu transporte y excursiones (sean cuales sean), hay más gente, estás cerca de todo y hay más luz y ambiente por la noche.

Si te preocupa el ruido, es curioso pero en cuanto se sale de la plaza no se oye mucho y nosotros, en el Riad & Spa Anahita no escuchábamos nada a no ser que fuéramos a la terraza del ático donde se oían los rezos. En este precioso Riad oculto en un callejón, la atención fue maravillosa, la comida exquisita, la habitación amplia y con estilo, la tranquilidad sublime, la terraza un sueño, la piscina un refresco y el aire acondicionado vital. No hace falta que te diga que, aunque fue difícil de encontrar, lo recomiendo mucho.

Pasillos con sillones de mimbre en el pasillo del riad anahita

Ya tenemos el tiempo y el alojamiento, organízate como quieras y ¡vamos a patear! ¿Un punto de partida? Obviamente, la plaza central.

Plaza Jemaa el-Fna

Como os decía más arriba, esta plaza es la más concurrida de África. Cuando llegamos de noche con las maletas no tuve nada claro poder atravesar aquella multitud. Sin embargo, poco a poco, te van haciendo hueco. Sin equipaje mucho mejor.

Plaza Jemaa El Fna de Noche

En agosto, el mercado de día de la plaza se levanta tarde. Supongo que los lugareñ@s que aprovechan la bajada de la temperatura en la madrugada para poder hacer vida en la plaza, son los mismos que abren por la mañana.

Puestos de la Plaza Jemaa-El-Fna

Hileras de puestos de fruta te ofrecen zumo de naranja recién hecho, cactus más altos que yo se venden en el puesto junto al café L’Adresse, cada rincón es un puesto de especias, dátiles, artesanía, joyería… o una terraza donde comer o tomar té.

Por la noche, la plaza cobra vida. Se ilumina y se convierte en una muestra de puestos de comida donde se ofrecen salchichas, calamares, marisco, pollo, pescado, etc. a un buen precio. Además, los suelos se visten de farolillos típicos marroquíes que puedes comprar. Entre puesto y puesto, una o dos mujeres se sientan en taburetes preparadas para hacerte un tatuaje de henna. Siempre hay grupos de gente tocando y danzando y una especie de bullicio agradable.

Álvaro comiendo en los puestos de la plaza fna

Tanto de día como de noche encontrarás encantadores de serpientes o podrás hacerte una foto con un monito. Igualmente, en uno de los paseos que dan a esta plaza, hay calesas que te dan un paseo o te llevan hasta el Palmeral. Llama la atención pero te pedimos que no lo fomentes.

¿Dónde comer en Jemaa el-Fna?

Comer, tomar algo o disfrutar de un café, en esta plaza hay de todo.

  • L’Adresse Café-Restaurant: es el más chic y no tiene pérdida. Nosotros pasamos varias veces por allí porque está todo buenísimo, la atención es muy buena y a pesar de lo que parece, no es muy caro. La primera noche subimos a la terraza más alta para disfrutar de un smoothy y un batido de banana mientras observábamos el ir y venir de la gente en la plaza. Otro día fuimos a cenar y queríamos algo más mediterráneo, así que nos sorprendieron con sus platos de pasta (¿no te pasa que hay un día en el viaje que el cuerpo te pide comer “normal”?).

L'Adresse Cafe

  • Hotel Café France: oirás hablar mucho de él porque es uno de los más antiguos de la ciudad con una situación envidiable a la que saca partido a través de sus tres terrazas con amplias vistas de Jemaa el-Fna. Nos tomamos un café allí por conocerlo pero nos desilusionó mucho. Tardaron mucho en atendernos y en cobrarnos, fue caro y sin mucho encanto. Quizá sea mejor mejor probar otro café y me cuentas.

Vistas de ña Plaza Jemaa El Fna de Dia

  • Puestos: los puestos de la plaza el-Fna están numerados y hay alrededor de 100. Prácticamente todos exhiben sus productos frescos así que sabrás cuál elegir. llaman la atención los de caracoles, que parecen el plato estrella. Nos llamaron la atención las montañas de caracoles ya comidos. Resulta que te sirven un bol lleno y los comes allí como quien se toma una tapa. No tienen mucho sabor pero te invito a probarlos. Lo mejor de comer aquí es que estarás totalmente inmerso en la cultura de  Marrakech.

Comiendo caracoles en la plaza Jemaa el fna

Zoco

En la misma plaza verás pequeñas callejuelas entre los tendales que dan acceso al zoco más grande del país. Si prefieres acceder por una calle principal, la Rue Semarine o la Rue Mouassine son las más grandes.

Mi consejo es que te pierdas yendo a la zona de los tintoreros o a la plaza de las especias, que descubras por sorpresa patios interiores llenos de bazares, que no sepas por dónde has salido, entres por otro lado y vuelta a empezar.

Patio interior del zoco con techo descubierto

Tienes de todo, de TODO. Paredes y paredes llenas de mantas, figuras, máscaras, pasteles, lámparas, vestidos, babuchas, lienzos y todo lo que puedas imaginar.

Tienda totalmente llena de objetos de todo tipo

Aviso que puede agobiar un poco si te despistas mucho o hay mucha gente. Si necesitas salir, en algunos cruces y puertas indican la salida. También ten mucho cuidado con tus pertenencias, a mí un chico joven intentó sacarme el móvil del bolsillo y le pillé de milagro.

Puedes quedarte una mañana o atravesarlo de lado a lado, puedes ir todos lo días un rato o dedicarle un día entero, pero no te lo pierdas.

Mezquita Kutubía 

El minarete más alto (66 m.) que verás desde la plaza, es el de la mezquita Kutubía o Koutoubia, la más grande de Marrakech y un icono en la ciudad. Nosotros fuimos un tour gratuito y como no se puede visitar por dentro, lo más interesante fueron los detalles que nos contó el guía de los ritos de la religión musulmana. Acércate a sus jardines y echa un ojo. Poco más puedes hacer.

Koutobia entre palmeras

Puerta Bab Agnaou

Hacia el sur llegarás a esta puerta del s. XII, la entrada a la kasbah.  Es diferente al resto de entradas porque es de piedra y no de ladrillo. Personalmente prefiero las puertas del interior de la Medina aunque ésta dicen que es la más bonita de la ciudad y está muy bien conservada.

Puerta de ladrillo con arco Bab Agnaou de stilo árabe

Tumbas Saadíes

Atravesando la puerta Bab Agnaou, todo recto, estarás en las tumbas Saadíes. Pero antes entrar te recomendamos una parada. El Zeitoun Café, ubicado enfrente de la mezquita Moulay el Yazid, fue una opción curiosa para refrescarnos un poco y echar un ojo, desde su terraza, a ese peculiar cruce de calles en el que se ubica.

Zeitoun Café con una carroza delante

De camino a las tumbas, puedes intuir cómo es por dentro la mezquita a través de los cristales del muro sur y ver alguna de las fuentes en las que se lavan antes del rezo. Recuerda que si no eres musulmán, no tienes permitido el acceso a las mezquitas.

Y sin darte cuenta, estarás en un callejón serpenteante que te llevará al escondite de las tumbas Saadíes. Aunque datan del 1600, los franceses las redescubrieron en 1917 tras un avistamiento aéreo y tiraron la tapia que cerraba el paso por el que entrarás tú.

Tumbas Saadíes

Estas tumbas forman un cementerio real cuyo mausoleo principal, en concreto la llamada Sala de las 12 columnas, es increíblemente bonita. Alrededor, un jardín alberga otras tantas tumbas muy peculiares.

Es una visita muy corta, ya que el recinto es muy pequeño y nos pareció un poco cara, casi 7€, pero sí la recomiendo.

Calles de la Medina

Calles de arcilla del interior de la medina

Creo que lo que más me gustó de Marrakech fue andar por sus calles laberínticas de casas de adobe y suelos adoquinados. En ellas ves el día a día de sus habitantes, algunos puestos diferentes, disminuye la vorágine que se vive en la plaza o en el zoco y encuentras lugares tan inesperados como Max & Jan (14 Rue Amsefah, Sidi Abdelaziz).

Max & Jan restaurante

Es una tienda súper chula, súper moderna y por desgracia, súper cara. Merece la pena dar una vuelta y ojear sus divertidos y locos diseños. Aunque lo que realmente vas a aprovechar, es la parte de arriba. La terraza alberga su restaurante Soul Food, donde nos pusimos finos por 40€ los dos. ¡La cocina es buenísima!

Otras recomendaciones

Hay varios lugares que llevábamos en nuestra lista que no visitamos por varias razones:

  • Palacio El-Badi: lo que puedes ver desde la puerta no es muy cautivador y cuando vimos el precio de 70 dirhams decidimos no entrar. Por desgracia, solo quedan ruinas de lo que en su día fue un palacio majestuoso.
  • Palacio Real: no se puede visitar su interior así que disfruta de las fotos que hay en Internet.
  • Palacio de la Bahía: no fuimos capaces de localizar la entrada y cuando creímos estar en ella, estaba todo en obras. Dimos mil vueltas por las calles pero no dimos con él.
  • Madrasa de Ben Youssef: es una especie de universidad musulmana especializada en religión. Leímos que era muy bonita pero estaba en obras por reforma.
  • Palmeral: debido al calor que hacía y a que veníamos de ver muchos oasis en el desierto llenos de palmerales, decidimos no ir al Palmeral de Marrakech.
  • Jardines Majorelle: este nos dio un poco de rabia no ir. Sufrimos una ola de calor en pleno agosto y era muy difícil estar en la calle. El jardín está un poco alejado de la ciudad y finalmente, lo descartamos.

Si ya te está entrando el gusanillo y tienes más días, puedes ampliar el viaje en mi post ‘3 excursiones perfectas desde Marrakech‘.

¡Esperamos que disfrutes de tu estancia en Marruecos y nos cuentes en los comentarios!

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